Semana clave para los dólares paralelos, en máximos históricos

Los dólares paralelos atravesaron otra semana de fuerte volatilidad por una mayor búsqueda de cobertura ante la escasez de divisas, la incertidumbre electoral y el deterioro de las condiciones macroeconómicas de los últimos meses. Así, la brecha cambiaria con el dólar oficial, que continúa fijo en $350 desde el 14 de agosto, ascendió al 145% promedio, máximos desde la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía. Entre los factores que incidieron, la falta de reservas, el aumento de un 25% de la base monetaria en los últimos dos meses contra una escasa demanda de dinero y fuertes presiones contra los activos en pesos potenciaron la tendencia alcista de las cotizaciones. Analistas consultados por Ámbito advierten que esta dinámica se profundizará de cara a las elecciones generales.

En la última semana, el dólar MEP acumuló una fuerte suba del $103 hasta los $812 (+10%). La misma tendencia tuvo el dólar blue, con un aumento de $80 hasta los $880. En menor medida, el dólar CCL subió $62 hasta los $891, tocando un máximo en la semana de $904 para luego retroceder levemente. Esta dinámica ocurrió a pesar de las medidas anunciadas por el Gobierno para ampliar la oferta y restringir la demanda. Por un lado, extendió el dólar soja y agregó el dólar Vaca Muerta y el dólar pyme, y por otro lado, sumó restricciones en la operatorio de bonos aumentando el parking en la venta de títulos y el plazo mínimo para concretar operaciones ampliándose de 15 a 30 días.

Gastón Valles, trader en Quaestus Advisory, señaló los diversos factores que llevaron a una escalada en el precio del dólar en grandes magnitudes: “Uno de ellos es la incertidumbre que tiene el mercado de cara a las elecciones generales de octubre, la gran mayoría han decidido dolarizar gran parte de sus carteras. Otro de los factores fue la emisión descontrolada de pesos. Se estima que entre agosto y septiembre se emitió el equivalente al 25% de la base monetaria y aumentó el gasto en casi un 2% del PBI. Además, dentro de esta emisión descontrolada, el Banco Central interviene en el mercado secundario de bonos en pesos para mantener su cotización y de esta manera poder asistir al tesoro. Por otra parte, desde hace unos pocos días empezamos a ver que el stock de plazo fijos se va achicando, es decir, el ahorrista escapa de la tasa en pesos demandando dólares para poder cubrirse. A todo este combo interno de problemas, debemos sumarle también el fortalecimiento del dólar a nivel global frente al resto de las monedas, en particular emergentes”.

En esta línea, Juan Manuel Franco, economista jefe del Grupo SBS, destacó que “desde la última semana de septiembre, tanto el peso como los activos en pesos se vieron presionados. La curva CER se desplazó hacia rendimientos más positivos mientras que el CCL avanzó con fuerza. Creemos que esto obedece principalmente a la incertidumbre electoral en un contexto de reservas netas en terreno negativo y demanda de dinero a la baja”.

Hacia adelante, Franco señaló “consideramos que les presiones persistirán de cara a las elecciones generales, principalmente por la incertidumbre en un contexto de fundamentos macro que evidencian múltiples desequilibrios”.

Asimismo, Valles destacó: “Creo que en el corto plazo esta ola dolarizadora va a continuar al menos hasta que pasen las elecciones y haya un panorama un poco más claro de que puede suceder con la nueva administración. La escasez de reservas, las importaciones frenadas, y la floja cosecha fina que se espera van a poner a prueba la inventiva del gobierno actual para enfrentar una nueva corrida como se viene dando estos últimos días. Yendo un poco más al mediano/largo plazo, creo que si tomamos el actual precio del CCL estamos ante un valor alto de tipo de cambio real lo que podría hacer que el mismo se mantenga en niveles constantes y perder ante la inflación o la tasa de interés”.

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